Agilidad organizativa – Las 7 competencias básicas para tu business agility

Si buscas la agilidad organizativa debes seguir las pautas recogidas en el manifiesto de todas las empresas ágiles: 

  • Debes ver el cambio, como adaptación, crecimiento, innovación, y siempre buscar la entrega de valor.
  • Reforzar la sencillez lean y agile en ese valor que entregamos.
  • Reorganizarte para que existan equipos ágiles, enfocados, sin silos, etc.
  • Conocer a tu cliente y su entorno.
  • Generar productos/servicios sostenibles y de calidad.
  • Mantener tu estrategia viva y dinámica para que se adapte en momentos en que el entorno o las oportunidades lo requieren.

Las 7 Competencias para lograr la agilidad organizativa

Para lograr lo que os comentamos en el manifiesto, te recomendamos que fomentes y mantengas en el tiempo las siguientes 7 competencias que Scaled Agile Framework (SAFe) representa en este gráfico

Gráfico de las 7 competencias de Scaled Agile Framework para la agilidad organizativa.
© Scaled Agile, Inc.

Teniendo en cuenta siempre al Cliente como centro de todo lo que hacemos y para ofrecerle valor cuanto antes, debemos trabajar en varios grupos:

Competencia fundamental

1) Disponer de líderes Lean-Agile, que impulse con el ejemplo los principios y guíen a toda la organización en esta transformación.

Competencias técnicas

2) Desarrollar la competencia de agilidad tanto en los equipos, que se autoorganicen, y usen esta filosofía en sus actividades, como en los diversos técnicos y profesionales que de algún modo les dan soporte.

3) Trabajar para el Agile Product Delivery. Es decir que centrándonos siempre en lo que le aporta valor al cliente (y usuarios) vamos a definir, construir y entregar productos y servicios con un flujo continuo. Esta pasión por el flujo continuo se lleva a todas nuestras prácticas y de ahí la exploración continua, la innovación continua, entrega continua y el DevOps.

4) Escalar los equipos, procesos y productos que entregamos para conseguir esa Enterprise Solution Delivery pues nuestras organizaciones ofrecen soluciones integradas que cada día deben generarse de forma más coordinada con todos los equipos de la organización.

Competencias organizacionales

5) La gestión del portfolio de los productos y servicios que realizamos debe ser lean. Debemos alinear la estrategia de la compañía a su ejecución con una mentalidad lean que permita ese «system-thinking» tan necesario y flexibilizando la gestión del presupuesto así como el gobierno de la organización a las necesidades cambiantes.

6) La organización ágil, en el sentido de organización de la compañía en torno al valor debe ser una máxima. Debemos organizarnos de forma que sigamos unos procesos óptimos y nos permitan adaptarnos para acoger las nuevas oportunidades de negocio que surjan. No hablamos de romper estructuras jerárquicas sino de componer los equipos con las personas que influyen en ese proceso de creación del producto/servicio de manera que se rompan los silos que impiden la agilidad organizativa.

7) La cultura del aprendizaje continuo no es opcional. Las personas que formamos las organizaciones debemos seguir un conjunto de valores y prácticas que nos motiven y que impulsen a la organización como un todo. Por lo tanto debemos estar en constante exploración de mejoras e innovaciones, mejorando no solo nuestras formas de trabajo sino también nuestras habilidades y conocimientos.

Consejo final…

Trabajar las habilidades necesarias es importante, pero no os olvidéis de los valores que perseguís cuando los practiquéis. 

Si no tenemos los valores y principios integrados en nuestra forma de hacer y pensar, cualquier transformación organizacional que se realice será puramente cosmética, pues, después de que la iniciativa finalice y nuestro acompañamiento (coaching) acabe, las personas volverán a caer por la gravedad organizacional en las viejas formas de hacer.

Como decía Kent Beck, creador de extreme programming y uno de los padres del manifiesto ágil «explicar los valores es importante porque sin valores, las prácticas se vuelven rutina y las actividades realizadas como un fin en si mismas pero carentes de propósito y dirección. Los valores son los que dan sentido a las prácticas». 

Así pues, no olvidéis el manifiesto ni porqué queréis ser una organización ágil cuando trabajéis las habilidades para serlo.

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